
Pratiloma Yana
Autoconocimiento a través del recuerdo de las vidas pasadas
Una de las teorías de la psicología moderna afirma que «el hombre es lo que es capaz de recordar». Esta afirmación puede ser especialmente importante si esta idea se interpreta desde la perspectiva de las tradiciones espirituales orientales. Por ejemplo, en la época en que se formó la religión más importante en la India, el budismo, como en todas las culturas espirituales arcaicas, se consideraba que el verdadero autoconocimiento era uno con el conocimiento del Absoluto. En los Upanishads podemos leer: «El lugar donde están los recuerdos es el corazón, que, de hecho, es la morada de la Divinidad.»
Pocos filósofos de la antigua Grecia llegaron a conclusiones similares a las de los hindúes y budistas. Por ejemplo, Sócrates decía que «toda búsqueda, todo aprendizaje no es más que un recordar». Su alumno Platón argumentó lo mismo cuando dijo: «El conocimiento no es más que una anamnesis», es decir, «el olvido de las ideas». En su filosofía, Platón llama a este proceso el «único acto real» del conocimiento, el conocimiento que tiene un efecto transformador en toda la existencia del hombre.
Asimismo, en los filósofos romanos se encuentra a menudo la idea de la «verdadera memoria». A esto también se refiere la palabra latina «religio» (religión), que significa reconexión, y está estrechamente relacionada con el término «recordor», – «recordatio» (recuerdo)-, que expresa fielmente que la memoria conduce al autoconocimiento; al prefijo «re-» le sigue el término «coro», que significa corazón, alma o significado.
Volviendo a la ciencia moderna, el famoso investigador Bánki, que se ocupó del funcionamiento del cerebro, escribió en su obra «En la década del cerebro», unos 2500 años después de Buda y Platón, que; «Aprender y recordar son dos caras del mismo proceso cerebral».
Pratiloma-Yana – conciencia de la causalidad
Básicamente, el autoconocimiento mediante el recuerdo de vidas pasadas comienza con la mejora de la propia salud. Sabemos que la salud física y mental es el resultado de acontecimientos, condiciones y sentimientos pasados. Las impresiones recogidas a lo largo de la vida van moldeando la estructura de las células cerebrales, lo que determina el estado de salud general de un individuo. Al mismo tiempo, la calidad y el poder de los pensamientos y emociones experimentados se conservan como huellas kármicas en la estructura energética, que se transmite de vida en vida. Para mejorar la salud, hay que cambiar la influencia de los factores kármicos.
Con la ayuda de un terapeuta Pratiloma, podemos proyectar parcialmente nuestra conciencia en vidas pasadas para descubrir y reevaluar acontecimientos que afectan a nuestra salud. El terapeuta acreditado nos ayuda a acceder al estado [meditative] de Pratiloma, en el que podemos tomar conciencia de la causa de nuestros problemas de salud, de relación o profesionales, -y sanar nuestros traumas- para poder cambiar los efectos del pasado en el presente.
Cuando estamos en el estado de Pratiloma, la conciencia de la causalidad se convierte en un poder liberador.
El siguiente nivel de autoconocimiento a través del recuerdo es la recuperación gradual de los estados meditativos que hemos alcanzado en vidas anteriores.
Si gran parte del trauma emocional se ha curado mediante el poder de la consciencia, los bloqueos que han creado perturbaciones en la consciencia se disolverán gradualmente. Como resultado -dado que la conciencia tiene la capacidad de reorganizarse a sí misma- las funciones psíquicas se reestructurarán de forma natural basándose en el patrón original. (Para que el proceso de reestructuración sea lo mejor posible, después de la sesión de regresión en vidas anteriores, tenemos la oportunidad de pedir ayuda al terapeuta, o de aprender técnicas especiales que forman parte de la tradición milenaria Pratiloma-Yana).
El efecto directo de la liberación del karma traumático a través de la consciencia es la expansión de la consciencia, que incluirá diversos estados meditativos elevados.
Las últimas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro han demostrado que los estados meditativos no son más que una reprogramación del cerebro a su estado primario. Desde un punto de vista espiritual, el autoconocimiento [through the recollection of past lives] no significa la evocación deliberada de recuerdos, sino, más correctamente, la revivificación de un estado desprovisto de toda restricción mental. De este modo, el practicante Prtatiloma-Yana puede evocar su propio recuerdo del verdadero yo.
Para comprender mejor el método Pratiloma-Yana y la importancia de acceder a los estados espirituales alcanzados en vidas anteriores, es necesario considerar el factor «tiempo» que crea la ilusión de las vidas anteriores. La investigación moderna en el campo del cerebro ha sacado a la luz varios hechos que -según las tradiciones espirituales arcaicas más importantes- merecen ser tenidos en cuenta, como el hecho de que el hombre, al nacer, se encuentra en un estado de conciencia pura, no percibe el paso del tiempo, y que «el primer patrón traumático que aprende el hombre es el tiempo». (Dr. Bánki).
Al acceder a vidas pasadas, el tiempo, que percibimos, [wrongly], linealmente, lo imaginamos como progresando desde el pasado, pasando del presente al futuro. En el estado de conciencia meditativo Pratiloma inducido por el terapeuta, esta percepción limitadora se supera fácilmente. En el estado alterado de conciencia dilatada, el terapeuta puede movernos sin restricciones en la dimensión del tiempo, de modo que también podemos descubrir a través de la conciencia para cambiar todo lo que es para nuestro mayor bien. A través del Pratiloma-Yana, el factor tiempo, en lugar de forzarnos, nos servirá como un inmenso campo de trabajo, incluso en la dimensión intermedia, en el Bardo.
También en el Abhidharma-kosha escrito por el científico indio Vashubandu, aparece la idea de dominar el tiempo para librarse de él al final:
«El asceta que quiere recordar vidas pasadas
debe comenzar por captar el carácter del pensamiento que acaba de desvanecerse,
a partir de este pensamiento en la vida actual,
siguiendo los estados sucesivos para retroceder en el tiempo hasta el momento de la concepción.
Cuando recuerda un momento-pensamiento de su vida intermedia, logra escapar de la dimensión del tiempo».
Así, haciendo girar la rueda del tiempo, retrocediendo en la serie de encarnaciones y purificándonos gradualmente, podemos llegar finalmente al «primer momento de los opuestos». El que consigue traspasar este umbral puede entrar en el Presente Eterno.
El segundo nivel en Pratiloma prepara en realidad el tercer nivel de autoconocimiento a través del recuerdo: el renacimiento de las cualidades espirituales nativas.
Una vez que hemos limpiado nuestra conciencia de limitaciones kármicas hasta cierto punto, se produce un renacimiento de los valores espirituales nativos, como la compasión y la sabiduría. Esta etapa de autoconocimiento real requiere la aplicación de las prácticas Mantra-yana, Yantra-yana y Darsa-yana. Estas formas de tomar conciencia de diversos aspectos de la realidad pueden dominarse después de que el paciente, al recuperar la salud, se convierta en discípulo y consiga asistir y completar el programa de Prácticas Preliminares.
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